En un mundo en el que internet se ha convertido en un pilar fundamental de la vida y fuente principal de información, las empresas deben renovarse y sumar su presencia al mundo online.
El dicho “si no estás en internet, no existes” parece una exageración, pero es real. Si una persona necesita unos servicios, es muy probable que lo primero que haga sea buscar posibles empresas en internet, cercanas a su zona o que le proporcionen los servicios y presupuesto deseados. Para ello, para poder ser una de sus opciones, debes estar en Internet. En este sentido, la página web te iguala al resto de empresas y hace que tu coste de oportunidad disminuya, pudiendo convertirse con total seguridad en una fuente de ingresos que no tenía prevista y a la que no optarías si no estuvieras en la red.
Está demostrado que un sitio web para Pymes o la aplicación de las nuevas tecnologías en una empresa son acciones positivas para un negocio. Las ventas y la productividad pueden incrementar, así como el valor de mercado. Así pues, llevando a extremos la frase citada anteriormente, muchos estudiosos creen que en un futuro, las empresas que no estén en Internet podrían desaparecer.
Las ventajas de una página web son muchas:
- Profesionalizar la imagen de la empresa: Una página web de calidad aportará más valor a tu marca, a tu negocio, y dará más confianza a tus futuros clientes para que contraten tus servicios o acudan a comprar tus productos.
- Mejorar tu posición con la competencia: Una presencia en la red te igualará a tu competencia. Tu imagen, comunicación, productos y funcionalidad del sitio web, así como un buen posicionamiento en los buscadores más importantes hará que tu negocio se diferencie de tus homólogos, aumentando tus oportunidades en el mercado.
- Disponibilidad absoluta: Las personas que quieran saber de tu existencia lo podrán hacer cualquier día a cualquier hora, y desde todo el mundo. Si no estás en Internet, tan sólo te conocerán por la proximidad a tu negocio y por opiniones ajenas. Tus productos ya no tendrán barreras geográficas ni horarias y pueden ser vistos por cualquier usuario del mundo.
- Gestiona tu presencia en la red: Aunque no quieras estar en internet, es posible que en muchas páginas, redes sociales y foros estén hablando de tu negocio. Opiniones buenas o malas que influirán en tus clientes potenciales. Una web lo puede cambiar todo. Decide lo que quieres decir y cómo. Necesitas dar tu punto de vista de tu empresa antes de que lo hagan otros por ti. Tu versión se contrastará o reforzará la de los usuarios y líderes de opinión. – Internet es sinónimo de ahorro: Una página web en condiciones puede hacer que ya no necesites otras formas de publicidad convencionales. Todo irá en función de tu capacidad de gestionar el espacio de internet, eso sí, con una buena política comunicativa llevada a cabo a través de redes sociales y nuevas tecnologías.
