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No es ninguna novedad que la tecnología cada vez ocupa más espacio y protagonismo en nuestras vidas. Uno de los ámbitos a los que más ha influido es la manera de comunicarnos, ofreciéndonos día tras día nuevas formas de comunicación nunca antes contempladas. Correos electrónicos, llamadas, mensajes de Whatsapp, notas de voz, fotografías… Cada vez son más los formatos que utilizamos para relacionarnos con el resto del mundo. Aun así, no debemos olvidar que todos estos contenidos no se destruyen una vez son recibidos, sino que nuestra información queda almacenada. De este modo, sabiendo esto puede llegar el momento en el que nos preguntemos: ¿a dónde van mis datos? La respuesta son los centros de datos, de los que hablaremos a continuación.

En primer lugar, los data centers o centros de datos son espacios de grandes dimensiones que cumplen los recursos necesarios para el procesamiento y almacenamiento de los datos que reúne una empresa o particular.

Estas instalaciones son una solución y una necesidad para muchos negocios, des de una pyme hasta una empresa que opera a nivel mundial. Además, estos centros pueden ser físicos o virtuales, lo que comúnmente conocemos como “la nube”.

 

Decidir o no si implementar un data center propio es una decisión que requiere una inversión considerable. Para hacerlo será necesario tener en cuenta muchos aspectos. Por ejemplo, el espacio disponible, los equipos necesarios para almacenar el volumen de datos con el que queremos trabajar o el personal adecuado para el mantenimiento y gestión del centro.

 

Aparte de esto, la ubicación de estos centros no es cuestión de azar, sino de estrategia. Los factores que determinan el lugar donde se ubica un centro de datos son muchos. Por ejemplo, hay que considerar la necesidad de una continua refrigeración de los equipos para evitar el sobrecalentamiento, o la proximidad a los usuarios para evitar que la información tenga que viajar distancias muy extensas.

Así, como podéis ver, la construcción de un data center debe responder a muchas necesidades que no son fáciles de asumir. Es por esto que hay muchos centros de datos en los paraderos más inhóspitos del mundo. A continuación os explicaremos algunos de ellos:

Facebook en el Círculo Polar Ártico

Uno de los centros de datos más importantes de Facebook está en Lulea, una ciudad sueca. Su baja temperatura hace posible un gran ahorro ya que los equipos se refrigeran de forma natural.

 

Foto: Facebook Lulea Data Center

La imagen puede contener: hierba, cielo y exterior

Microsoft, bajo el agua

“Project Natick” es un proyecto de Microsoft que consiste en ubicar un centro de datos bajo el mar. La decisión de escoger el fondo marino como ubicación de un centro de datos tan importante como el de Microsoft se justifica en el uso del agua del océano como método de refrigeración.

Si ya parece impactante pensar que un data center se encuentra a casi 36 metros de profundidad, ¿qué os parece que esté diseñado para operar sin ningún mantenimiento durante 5 años?

Foto: Xataka.com

Microsoft instala data center en el mar | Mundo Contact

Un bunker en Suecia

Lo que era un búnker nuclear utilizado durante la Guerra Fría se convirtió el año 2008 en un centro de datos bien original, equipado con jardines, cascadas ¡e incluso un tanque para peces!

Foto: Banhof

bahnhof data center isp in former nuclear bunker from cold war stockholm sweden (4)

Una catedral a Finlàndia

Finalment, la catedral ortodoxa Uspenski era un antiguo refugio antiaéreo de la 2ª Guerra Mundial. Hace unos años se reconvirtió para ser un centro de datos gracias ala baja temperatura de Helsinki. Lo más curioso es que el calor emitido se absorbe para ser distribuido por el sistema de calefacción de la zona, ofreciendo energía a 500 hogares.

Foto: La Razon

 

Catedral ortodoxa de Uspenski, en Finlandia

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